lunes, 17 de enero de 2011

Hobbit desata la tormenta perfecta.

Las fallas en la defensa, la nula creatividad y una incosistencia típica del equipo le pasan factura frente a unos Potros que supieron contener al rival.

En un partido que se antojaba de los más difíciles del torneo, un inspirado “Hobbitt” Bermúdez y las fragilidades defensivas del Cruz Azul otorgan al Atlante una victoria en casa por 3 goles y la meta en cero.

En un primero tiempo en el que la lucha en el medio campo estuvo plagada de errores de ambos bandos, las labores de los porteros no fueron muchas.

Pero la tormenta en el Caribe mexicano se desató en el segundo tiempo.

Una seguidilla de rebotes defensivos que la defensa falló en despejar fue aprovechada por Navarro, quien de un toque encontro a Bermúdez por el costado derecho; el centro que mandó el Atlantista pasó a Corona y rebotó en Ponce, mandando la pelota pegada al poste del portero para el 1-0.

Pero si la suerte se alió al Potro en el primer tanto, fue un excelente trabajo de elaboración en equipo lo que les dió el segundo triunfo de la noche y  fue otra vez el Maestro Bermúdez el encargado de ejecutarlo.

Bermúdez tomó el balon cerca del centro del campo del lado visitante, toco el balón al recién ingresado Manco, quien lo retuvo el tiempo suficiente con complacencia del rival y con una vaselina habilitó al Hobbit, quien entró de frente al área y sólo tuvo que cruzar a Corona para el 2-0.

La Máquina pareció no enterarse, pues no reaccionó durante la mayor parte del partido. Con sus mejores hombres ocupados en recuperar la pelota no fue difícil para el Atlante dominar el partido a sus anchas.

Y demasiadas veces Villa, Chaco y Droguett se encontraron realizando labores defensivas o detrás del balón para tratar de ganar posesión y en una de esas ocasiones, la falta de oficio en el primer cuarto de la cancha salió bastante caro.

Droguett, habilitado como defensor, llega tarde y carga por la espalda a Navarro, que cae dentro del area y el silbante marca penal. Un recién ingresado Giancarlo Maldonado se encarga de convertir, para despejar dudas en el resultado.

A partir de ahí el destino del partido era fácil de predecir. Los Atlantistas se dedicaron a controlar al rival regalándole el balón y dejándole la iniciativa. La salida entre ovaciones de Bermúdez era el mensaje que tal vez necesitaba el rival, pues al salir el Maestro Chaparrito las llegadas de La Máquina fueron más frecuentes al área de Moisés Muñoz.

Pero una petición de penal que no fructificó y tiros desviados al arco en posición adelantada fueron la tónica de los últimos minutos, como el ejemplo de una decepcionante jornada para los visitantes.

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