lunes, 28 de febrero de 2011

Sangre y Sacrificio en La Corregidora.



En un partido que tuvo polémica, angustia y goles de gran hechura, el Querétaro contuvo al Cruz Azul a pesar de contar con sólo 9 hombres y no permitió al visitante llevarse los 3 puntos. Los primeros minutos del partido encontraron a los Celestes totalmente desconcentrados. Esa falta de aplicación la pagaron con un gol al minuto 6: Acuña tomo un balón a 30 metros de la portería y su potente disparo se fue a incrustar al palo derecho de Corona.

Isaac Romo, que la temporada pasada jugó para los Gallos Blancos, terminó de forma espectacular una gran jugada colectiva para lograr el empate.

La sorpresa de ir por delante en el marcador era evidente para los locales, que no podían pedir un mejor comienzo de partido.

Pero lo que habría de suceder después cambió la euforia por angustia de forma súbita.

A los 12 minutos el Queretano Ferro sería expulsado por un pisotón a Pineda que el árbitro consideró premeditada.

Ya en los primero minutos el silbante había amonestado a dos jugadores por bando (Bueno al ‘2; Altamirano, Pineda y Araujo al ‘4). El partido se volvió difícil de manejar para el arbitro central, que se encontró con jugadores de los dos bandos encarándolo para hacer reclamaciones en forma constante y las cosas no mejoraron con la expulsion del jugador local.

A partir de la expulsión la estrategia fue de contención de los daños. Los Queretanos cambiaron su planteamiento del partido para conservar la ventaja temprana y estuvieron a punto de lograrlo, de no ser por una genialidad de la ofensiva Cementera.

Al ‘32 Villaluz le sirvió de poste a Romo, que recibió el balón botando y de frente al arco: su disparo venció a Jorge Díaz de León y el jalisciense añadió así su segundo para La Máquina en lo que va del Clausura 2011.

La llegada del medio tiempo del partido fue un alivio para todos los involucrados con la escuadra local, pues jugadores y afición veían claramente como Villa, Gimenez y Romo hacían daño constantemente con el peligro de un segundo gol en cualquier momento.

Pero ese escenario no llegaría.

Y las angustias de la afición no paraban: al ´50 Velasco se hace expulsar, para así dejar con 9 hombres a los de Gustavo Matosas.

El mensaje del entrenador fue claro: defender el arco a como diera lugar. La escuadra Queretana, falta de talento en el medio campo, recurrió a la garra y los riñones para defender un punto que al final de las cuentas puede significar la permanencia en Primera.

Así las cosas, el resto del partido fue un monólogo de Cruz Azul que no logró encontrar la magia que le permitió poner tablas en el primer tiempo.

El portero Diaz de León se convirtió en el héroe del partido, que se encargó de frustrar los intentos de Villa, Orozco y Villaluz.

El partido terminaría en un empate que a Matosas le sabe a victoria: un punto más para la salvación de los Gallos, dos puntos menos para La Máquina.

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